Creando un equipo ganador

Cuando uno se encuentra en un puesto de responsabilidad y se le encomienda la tarea de formar un equipo para afrontar un nuevo proyecto, son muchas las dudas que pueden surgir.

La primera de ellas nace a la hora de decidir los miembros con los que contará nuestro nuevo equipo.

Si tenemos la suerte de contar con un gran presupuesto y el soporte de una gran empresa, lo más lógico y sencillo sería dotar a nuestro grupo de los mejores profesionales que pudiésemos encontrar, quizás incluso recurriendo al mercado internacional.

Pero esto no es siempre garantía de éxito, la configuración de un buen equipo es algo mucho más complejo que la suma de muchas grandes individualidades.

Los psicólogos deportivos y otros muchos profesionales del mundo del deporte, como entrenadores o incluso ex-jugadores que han sido parte de equipos ganadores son, a día de hoy, voces respetadas en la materia que se dedican a aconsejar a empresas y profesionales de otros sectores en materia de coaching, liderazgo, creación de equipos, etc.

Sus consejos y enseñanzas pueden sernos de utilidad, veamos algunos de ellos:

• El papel del líder: No puede existir un buen equipo sin un buen líder, alguien respetado por todos, capaz de sacar lo mejor de cada uno y del equipo en su conjunto. Es el responsable de crear un buen clima y de mantener motivado al equipo.
• Información y claridad: Para evitar dudas y confusiones, lo mejor es estar bien informado, pero no con palabrería vacía de contenido. Es mejor ser breve, conciso y ceñirse a dejar claras estas 6 claves sobre nuestro proyecto:

1. ¿Por qué existimos? Define tu propósito
2. ¿Cómo nos comportamos? Define tus valores
3. ¿Qué hacemos? Define tu misión
4. ¿Cómo tendremos éxito? Define tu estrategia
5. ¿Qué es lo más importante en este momento? Define tus prioridades
6. ¿Quién hace qué? Define planes de trabajo

• Equipo heterogéneo: Siempre resulta útil que la mezcla de los integrantes del equipo esté bien balanceada: gente veterana con experiencia, gente nueva que aporte frescura, perfiles que sumen con sus fortalezas y que sepan apoyarse en el resto para cubrir las partes de su trabajo donde no son tan expertos. Todos pueden aportar  diferentes ideas y propuestas que puedan ser oídas y valoradas dentro del grupo.
• Confianza y respeto: La unión entre los miembros del equipo es vital, si no confias en el trabajo de la persona que tienes al lado, ¿cómo podrás centrarte al 100% en tu parte? Es muy importante fomentar el sentido de pertenencia al grupo.
• Manejar el conflicto: El conflicto en si mismo no es malo, pero si el no saber afrontarlo correctamente cuando llega. Las diferentes opiniones y las discusiones son necesarias para seguir construyendo.
• Compromiso: Todos las personas se deben comprometer con la decisión final del líder, aún cuando se hubiese preferido seguir otro camino. Por el bien del equipo, solo se puede remar en una dirección.

Cómo resumen, se suele decir que el mejor equipo es aquel cuyo resultado total es mayor que la suma de todas las individualidades.

Seguro que esta pequeña fábula oriental nos servirá como colofón para ilustrar esta idea:

EL CIEGO Y EL COJO

Cierto país fue invadido por el enemigo. Cuando un cojo se lo comunicó a un ciego, éste se cargó al cojo a sus espaldas y, guiados por el cojo, escaparon juntos. Lo hicieron aprovechando lo mejor de cada uno.

Huai Nan Zi