Palabras que lo dicen todo

Hay palabras que lo dicen todo. Útiles especialmente cuando lo que queremos decir es muy difícil de expresar.

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Patricia Lanza

 

La comunicación es una habilidad básica del ser humano. La tenemos tan interiorizada que cuando por algún motivo no podemos llevarla a cabo como deseamos, el sentimiento de frustración es enorme.

Todos hemos experimentado en alguna ocasión esa incapacidad para transmitir al otro lo que pretendemos. A veces es por algo tan simple como que no compartimos el mismo idioma, lo cual imposibilita transmitir hasta el mensaje más sencillo.

En otros casos se trata de algo un poco más complejo. Aunque compartamos idioma, lo que el otro entiende acaba pareciéndose poco o nada a lo que queríamos transmitir por causas diversas que van desde interferencias físicas hasta diferencias culturales o de valores, reacciones emocionales intensas que impiden el correcto procesamiento de la información, experiencias previas que nos hacen filtrar la información con diversos sesgos, etc.

Un caso particular proviene de la propia fuente. Cuando quieres transmitir algo pero no sabes cómo. Ese famoso: "No encuentro las palabras para explicarme", puede ser literal. Y es que todos los idiomas, por muy ricos que sean, carecen de términos para definir todas las situaciones o emociones que podemos sentir en un momento dado. Algunas de estas emociones son particularmente específicas pero, curiosamente, algunos idiomas sí disponen de términos igual de específicos para comunicarlas con exactitud.

Por si alguna vez te encuentras en alguna de estas situaciones y necesitas encontrar la palabra para expresar lo que sientes, te presentamos algunas que no tienen traducción en otros idiomas, pero que seguramente puedas incorporar con una pequeña explicación posterior a tu interlocutor.

  • Arigata-meiwaku: término en japonés para nombrar una situación en que una persona hizo por ti algo que no querías que hiciera, que intentaste evitar pero que, al hacerlo, terminaste debiéndole un favor y, además, por educación, hasta tuviste que acabar agradeciéndoselo.
  • Ayurnamat: una palabra que deberíamos aplicarnos todos, procedente del inuit (idioma de los esquimales) que viene a significar que no hay que preocuparse por las cosas que no tienen solución. Resume perfectamente ese famoso proverbio: "Si tu problema tiene solución, ¿para qué te preocupas? Y si tu problema no tiene solución, ¿para qué te preocupas?".
  • Backpfeifengesicht: palabra alemana para denotar que una cara requiere urgentemente un puñetazo. ¿Puede haber algo más gráfico?
  • Fernweh: otra palabra alemana, que literalmente significa dolor por no presenciar "lugares distantes". Vamos, lo contrario de la famosa morriña gallega. El Fernweh se relaciona con un deseo de conocer y explorar, pero se centra en ese sentimiento nostálgico por aquello que está lejos y que anhelamos conocer.
  • Gaman: palabra japonesa que claramente describe un comportamiento típico de esta cultura. Se refiere a la persona que aguanta algo insoportable con paciencia y dignidad.
  • Gigil: término en filipino que expresa el impulso de pellizcar algo que nos resulta terriblemente bonito y tierno. Como esas señoras pellizcando los mofletes de esos pobres niños (que en algunos casos lo toleran mostrando todo su "gaman").
  • Ilunga: término en Tshiluba (lengua del Congo) que describe a una persona dispuesta a perdonar cualquier abuso que se cometa en su contra una primera vez, tolerarlo en una segunda ocasión, pero no si se repite una tercera vez. Esa fina línea entre ser una buena persona y pasarse de tonto.
  • Jayus: palabra indonesia para denominar un chiste tan malo y tan mal contado que te hace reír por no llorar de la poca gracia que tiene.
  • L'esprit de l'escalier: esta expresión francesa hace referencia a esas situaciones en las que eres capaz de encontrar una respuesta aguda y mordaz... sólo que demasiado tarde, cuando ya no viene a cuento (¡mecachis!).
  • Tartle: término escocés que describe ese momento de vacilación y mal rato que pasas cuando vas a presentar a alguien y te das cuenta de que no recuerdas su nombre y no sabes cómo salir del entuerto.
  • Tingo: en pascuense (el lenguaje de la Isla de Pascua), tomar "prestados" objetos de la casa del vecino uno a uno hasta no dejar nada (lo que José Mota denominaría "al merme").
  • Schlimmbesserung: los alemanes tenían que ser los que pusieran una palabra al acto de introducir una mejora que termina siendo cualquier cosa menos mejor que lo que había. Perfecta para denominar esas actualizaciones que no acabas de entender a quién se le ocurrieron porque hacen que todo acabe funcionando peor(¡con lo bien que funcionaba, ¿por qué tocas?).
  • Waldeinsamkeit: otra palabra alemana, en este caso para definir el sentimiento de estar solo en el bosque. No sé si se podrá utilizar muy habitualmente, pero por si las moscas tienes que contarle a alguien cómo te sentiste en ese momento.
  • Yoko meshi: expresión japonesa que literalmente significa "comida que se come por los dos lados" pero, en sentido figurado, hace referencia a la inquietud que se genera cuando se habla en un idioma extranjero. Esto aplica más a ellos que a los españoles, que somos más de lanzarnos sin ningún tipo de pudor, aunque en algunos casos podamos sentirlo.

¿Conocéis alguna? Puede que incluso tengáis alguna "casera", que sólo se usa entre familia y amigos, pero que resume un montón de experiencias, sentimientos, pensamientos...

 

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