Camino de retorno al éxito (con raqueta o sin ella)

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David Fernández

El pasado sábado fui a cenar con unos amigos, probamos suerte y elegimos un restaurante nuevo que no conocíamos. Nos sentamos y el dueño nos preguntó si nos gustaba el tenis mientras señalaba a la tele.

"Es un acontecimiento único", nos dijo. Y tenía razón.

Jugando uno de los partidos de dobles de la Laver Cup, un nuevo torneo que enfrenta a tenistas europeos contra otros de una selección del resto de mundo, estaban Rafa Nadal y Roger Federer, codo con codo, posiblemente los dos mejores jugadores de todos los tiempos.

Normalmente, la grandeza de un deportista la solemos medir en base a los éxitos deportivos que alcanza, algo que en ellos dos es evidente, ya que nadie tiene más títulos y trofeos que ellos, pero además comparten algo por lo que a lo largo de su trayectoria se han ganado la admiración y el respeto de deportistas y aficionados: una gran perseverancia.

Sus carreras están plagadas de éxitos, pero también llenas de momentos duros.

Viéndole jugar, nadie lo diría, pero Roger Federer ya no es ningún jovencito, tiene 36 años y hace unos años pasó por un bache de juego dónde además de no ganar títulos, desapareció de los primeros puestos de la ATP (el ranking que mide a los jugadores profesionales de tenis) . Mucha gente anticipó que nos encontrábamos ante el fin de su carrera.

Rafa Nadal, tiene 6 años menos, pero ha acumulado muchas más lesiones que su amigo y rival. Fruto de estos problemas se ha tenido que enfrentar a largos periodos de recuperación, sin poder competir, y otros tantos compitiendo a un menor nivel hasta poder alcanzar un estado de forma adecuado. Su estilo de juego, que siempre ha destacado por un gran despliegue físico, indicaba que con tantos problemas de salud, su nivel iría mermando hasta sacarle de los primeros puestos. Otra gran carrera parecía acabada, por suerte no siempre se cumplen las predicciones de los analistas y, hoy en día, ambos se disputan el número 1 del tenis.

 

 

Rafa Nadal y Roger Federer

 

Los problemas a los que se puede enfrentar un deportista de alto nivel no siempre son tan diferentes de los que puede llegar a sufrir un profesional de otro campo. En su ejemplo podemos encontrar ideas inspiradoras que nos ayuden a afrontar nuevos retos cada día:

  • Sacrificio: para alcanzar metas importantes hay que dar antes pequeños pasos que no son tan reforzantes, al menos a corto plazo, la verdadera recompensa llega después del trabajo.
  • Planificación: un deportista debe cuidar su alimentación, entrenar, elegir los torneos a los que acudirá, preparar su calendario... En nuestro día a día, la planificación es un recurso que nos puede dar mas de una victoria. Siempre aparecen imprevistos con los que no podemos contar, pero es importe que tengamos el control sobre todas las demás cosas que si podamos anticipar. El orden y la previsión son esenciales.
  • Gestión eficiente del tiempo: el tiempo y su administración es un recurso muy preciado. No disponemos de tiempo infinito para administrarlo según mejor nos vegan. Necesitamos ser eficientes con el tiempo y las tareas que nos quepan en el.
  • Ser realista: somos ambiciosos por naturaleza y muchas veces, nos lanzamos hacia proyectos que, ya sea por tiempo o recursos, son inabordables. Hay que establecer una sana barrera entre la valentía y la locura antes de planificar nuestros objetivos.
  • Reinventarse: las situaciones a las que nos hace enfrentarnos el mercado son siempre cambiantes, así que no siempre podemos apostar por las mismas ideas o soluciones. La imaginación, el aprendizaje y la capacidad de adaptarnos al cambio serán nuestros mejores aliados.
  • Delegar: uno no puede ser experto en todas las materias ni puede llegar a abarcar siempre todo el trabajo que llega, por eso es importante poder rodearse de buenos profesionales en los que poder delegar funciones, gente responsable que nos ayude a llevar nuestros proyectos hacia el éxito.
  • Trabajar en equipo: Nadal y Federer son excelentes tenistas, pero casi toda su carrera la han desarrollado en individual, el pasado sábado tuvieron que aunar fuerzas para ganar su partido de dobles jugando juntos. El trabajo en equipo debe permitirte que el resultado final sea mucho mayor que la simple suma de las unidades que hemos agrupado.
  • Dejarse aconsejar: Cuando uno está inmerso en su trabajo no es raro que aparezcan dudas o bloqueos, a veces no resulta sencillo apartarse un poco y tomar cierta distancia para poder enfocar la situación desde una perspectiva mejor. Los deportistas, al igual que sucede en otras profesiones, pueden recurrir a entrenadores, psicólogos o coach cuando necesitan ayuda.

Desde el grupo Finsi es difícil que podamos mejorar tu revés o hacer que tu saque sea más efectivo, pero estaremos encantados de ayudarte en muchos de estos otros temas que hemos tratado.

¡Hasta el siguiente post!

 

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