El vídeo como recurso formativo
El valor y la utilidad del vídeo como recurso formativo tanto en formación presencial como e-learning o blended es hoy en día incuestionable. El vídeo aporta toda una serie de ventajas que facilitan la comprensión e interiorización de los contenidos frente a otro tipo de metodologías.
La formación en la empresa ha hecho uso de distinto tipo de metodologías a lo largo del tiempo, algunas con más éxito y resultados que otras y, en muchas ocasiones, motivadas más por cuestiones de "moda" que por criterios pedagógicos. En cualquier caso, ha sido y es una inquietud de las organizaciones encontrar metodologías que cumplan como mínimo con los siguientes requisitos:
- Útiles: que sirvan a los contenidos
- Eficaces: que permita alcanzar los objetivos
- Asequibles: que estén al alcance de los recursos de la empresa
- Atractivas: que resulten interesantes a los asistentes
- Motivadoras: que capten y mantengan la atención
Cada una de las metodologías disponibles hoy en día en el mercado alcanza dichos objetivos en mayor o menor medida. Este hecho, combinado con un entorno en el que todo lo visual resulta altamente impactante nos obliga a utilizar metodologías en las que el componente visual tenga un peso específico.
Este es el caso de la utilización del vídeo como herramienta formativa. El vídeo, nos permite acercar contenidos a los alumnos que con otras metodologías serían altamente difíciles o costosos. Además, posibilita mostrar de manera real los contenidos, facilitando dirigir la atención del alumno al punto que nos interesa tantas veces como sea necesario.
Es una metodología atractiva, fácil para el alumno, muy impactante y motivadora y, al mismo tiempo, asequible para las organizaciones, que pueden contar con vídeos genéricos, o lo que es más interesante, desarrollar sus propios vídeos totalmente adaptados a sus peculiaridades. Con la utilización del vídeo conseguimos agilizar el proceso de aprendizaje trasmitiendo el qué, el cómo y el cuándo a través de imágenes, aumentando con ello la capacidad de comprensión y recuerdo.
Prácticamente cualquier contenido es susceptible de su utilización, tanto contenidos técnicos como, y estos especialmente, contenidos que impliquen desarrollo o puesta en marcha de habilidades o destrezas. Permite mostrar modelos de ejecución correcta en contraposición a modelos de ejecución errónea, convirtiéndose en una herramienta de aprendizaje por modelado muy eficaz.