Formación de Formadores en aplicaciones informáticas

La tarea de ensenar o formar a otras personas es un oficio en sí mismo. Hay que distinguir entre la ensenanza y al transmisión de conocimientos. O en otras palabras, hay que distinguir entre obtener el conocimiento de la fuente donde se genera y la manera de transmitirla al resto de personas que van a ser usuarios de ese conocimiento pero solamente a un cierto nivel de profundidad.
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José Luis Bueno Blanco

Introducción

En el ámbito de la ensenanza de las aplicaciones informática, y sobre cuando se hace a nivel interno, suele ser a la fuente del conocimiento a quien se le encarga que lleve a cabo la difusión pedagógica de la misma, sin tener en cuenta, que son oficios diferentes.

No es mejor formador quien más sabe, sino quien mejor sabe transmitir de una manera pedagógica los conocimientos que otras personas pueden haber generado.

Es por ello, que tener amplios conocimientos de un tema, y en concreto del funcionamiento de una aplicación informática, no es ninguna garantía de que sepamos traspasar a otras personas dicho know-how.

Tenemos, por tanto, dos conceptos fundamentales en relación a la formación: CONOCIMIENTO y ENSENANZA.



Existen dos opciones para afrontar la formación de terceras personas:

  • Seleccionar a personas que tengan buenas habilidades para formar y traspasarles el conocimiento técnico para que ellos, a su vez, elaboren dicho contenido y se lo hagan llegar de manera pedagógica a los usuarios finales.
  • Seleccionar a personas que tengan los conocimientos a transmitir y formarles en las habilidades necesarias para poder crear un puente entre sus conocimientos y lo que necesitan los usuarios.

Para tomar esta decisión podemos seguir una sencilla regla. Si los conocimientos son pocos específicos y localizados, y a su vez van destinados a una cantidad grande de personas, podemos utilizar el primer método: seleccionar buenos formadores y dotarles de los contenidos para que los transmitan.

Si los contenidos son muy variados y van dirigidos a grupos específicos y/o personas concretas, es una buena solución dotar de habilidades y herramientas pedagógicas a quienes tienen el conocimiento.

 

Aspectos a tener en cuenta para la formación en aplicaciones informáticas

De cara a convertir en formadores capacitados a las personas que trabajan en el departamento de sistemas de la información debemos de tener en cuenta una serie de aspectos.

Si seleccionamos la formación en aula para llevar a cabo esta formación, desarrollaremos un esquema de objetivos, contenidos y metodologías específicos.

En las formaciones para formadores de estas características vamos a crear dos módulos diferenciados.

Uno es un módulo general donde se presentan los conocimientos, habilidades y herramientas que el formador puede utilizar en una formación. Independientemente que la puesta en práctica, los ejemplos, casos prácticos, simulaciones, etc., que se lleven a cabo dentro del aula sean adaptados al contenido de lo que el alumno tiene que formar, es cierto que puede ser aplicable a cualquier conocimiento tratado en una formación.

Sin embargo, las formaciones en aplicaciones informáticas tienen unas características muy particulares que deben tenerse en cuenta. Es por ello que dedicamos un segundo módulo a tratar estos temas específicos. Dichos tópicos se irán entremezclando con el primer módulo aunque se traten por separado.

Hablamos de tópicos y no de capítulos puesto que son temas transversales a la programación curricular de una formación de formadores. Además, estos tópicos hacen referencia a distintos momentos de la formación y a distintas áreas. Por ejemplo, un mismo tópico hay que tenerlo en cuenta en el momento de elaborar la documentación, especificar el objetivo, seleccionar el material pedagógico y manejar emocionalmente a los alumnos.

 

Módulo I: Tópicos para la formación en aplicaciones informáticas

 

a)    Aprender a utilizar un procesador de textos no es igual que aprender a escribir
En este tópico aprenderemos a distinguir y a separar lo que es la ensenanza de la herramienta y lo que es la ensenanza del objeto para el cual se ha disenado la herramienta. Generalmente, es el usuario quien no tiene claro esta diferencia. El usuario se va a encontrar con dificultades para aprender a manejar la herramienta informática de nóminas, si no tiene claro los conceptos de las mismas o el proceso que lleva implícito.

       En este sentido hay que separar claramente la herramienta del proceso o del objeto a tratar. Y una vez separados veremos como es conveniente trabajar con cada uno por separado y en un orden determinado.

 

b)   Las personas que participan en el desarrollo de la herramienta no necesitan formación
Una herramienta informática tiene como objetivo automatizar procesos, acciones concretas de una determinada tarea y facilitarnos el manejo de la información. Por tanto, lo primero e importante es el proceso con el que estamos trabajando. Posteriormente creamos una herramienta que nos dé soporte a lo que necesitamos. Esto es conocido como los requerimientos funcionales de las aplicaciones que se toman en la primera fase del proceso de creación del software

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