De la mano a los estoicos.

Ya Confucio nos advertía: "Cultiva el espíritu porque obstáculos no faltarán"

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Nuria Fernández López

Como casi todos sabréis el estoicismo es una corriente filosófica que se desarrolló en Grecia fundada por Zenón de Citio, y cuyo principal objetivo era alcanzar la tranquilidad de ánimo. A priori, no creo que la sociedad griega necesitara más tranquilidad de ánimo que la nuestra. Seguramente estarían sometidos a muchas presiones, exigencias y urgencias, no lo dudo, pero creo que el tema de las prisas, vanidades, estrés, ansiedad, etc. la sociedad actual se lleva la palma.

Hablar de contemplación y observación atenta, nos genera impaciencia y angustia, ¿de dónde sacamos tiempo para contemplar frente a la tiranía de la meta?

"Los estoicos pretendían desembarazarse de pasiones demasiado apremiantes y acaparadoras". ¡¡Que bien suena!!...Entender esto implica ganar libertad interior y no estar eternamente abducidos por el circo de tres pistas, cuando no más, en el que estamos cada día.

El estoicismo supone un modo de estar en el mundo más contemplativo, basado en la imperturbabilidad y el desapasionamiento, sentimientos todos ellos muy poco encajables en una sociedad como la nuestra.

A pesar de que nos separan cientos de años, tal y como nos toca vivir hoy, igual no estaría de más poner en práctica algunos de sus principios, para alcanzar esa "tranquilidad de ánimo". A saber:

  • El imperativo ético de vivir conforme a la naturaleza, sin duda nuestro planeta lo agradecería. Los estoicos advertían: "Vivir en contra de la Naturaleza nos aísla, nos frustra y hace la vida más difícil". Cada día podemos evidenciarlo.
  • El ejercicio constante de la virtud que permite el desprendimiento. En un mundo del acaparamiento que bien nos vendría la virtud, aunque fuera en pequeñas dosis.
  • La aceptación y querencia del propio destino, remedio eficaz para manejar el gran desasosiego y ansiedad que nos produce la incertidumbre y falta de control.
  • Aceptar y aprender a ejercitar la "indiferencia" en todo aquello que realmente no depende de nosotros. En nuestros días, donde queremos controlarlo todo, y sufrimos tanto por todo lo que se nos escapa, esto sí que es una gran "virtud
Creo que podemos rescatar muchas enseñanzas de los estoicos, así que en futuros post dedicaremos más reflexiones a ello.

"Cado uno es tan desgraciado como imagina ser" Seneca

 

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