Demencia digital

¿Cómo afecta el abuso de los dispositivos tecnológicos a nuestro cerebro? 

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Patricia Lanza

 

Supongo que no es casualidad que esté rodeada de niños diagnosticados de déficit de atención. Lo que no sé es si se trata de una moda como cuando todos los niños sufrían de dislexia o, más probable aún, resultado de nuestra sociedad actual. Porque es normal que a los niños les cueste centrar la atención en una sola cosa si tenemos en cuenta el bombardeo estimular al que están expuestos. Entre la cantidad de actividades que realizan, el corre de aquí para allá, la televisión, las tablets... ¿Quién sería capaz de centrarse?

De hecho, si nos fijamos en los adultos, ¿cuántos podrían estar diagnosticados también de déficit de atención? ¿Cuánta gente es incapaz de atenderte durante 10 minutos seguidos sin responder al incesante sonido de mensajes entrantes en el móvil o, peor aún, sin dejar de mirarlo compulsivamente sin que ni siquiera suene? Y es que a día de hoy es difícil interaccionar con otras personas sin compartir su atención con su smarphone.

Pero hay malas noticias para los que no son capaces de soltar el móvil, sobre todo para los jóvenes perpetuamente "conectados".

En Corea, uno de los países más desarrollados tecnológicamente y por ello también, con un alto índice de personas con adicción a Internet, un grupo de científicos comienzan a alertar de lo que han denominado "demencia digital". Este término hace referencia al deterioro cognitivo fruto de un uso excesivo de smartphones y otros dispositivos tecnológicos.

Según Byun Gi Wun, del Centro de Equilibrio Cerebral de Seúl, algunos usuarios tienden a desarrollar más el lado izquierdo del cerebro que el derecho cuando abusan de este tipo de dispositivos. El lado derecho del cerebro está relacionado con la capacidad de concentración, por lo que cuando está infrautilizado, afecta directamente a nuestra memoria. Esto, según los expertos, puede derivar en una demencia temprana en un 15% de los casos.

Estos hallazgos están en consonancia con lo que han visto un grupo de investigadores de la Universidad de McGill de Montreal, que determinaron que un uso excesivo de herramientas de navegación con GPS como Google Maps tiene un gran efecto sobre el hipocampo. Cuando esta zona cerebral se atrofia, conlleva un deterioro cognitivo relacionado con la demencia.

En la misma línea, el neurocientífico Manfred Spitzer (autor del libro "Demencia digit@l") defiende que el uso descontrolado de las nuevas tecnologías pueden causar, especialmente a los jóvenes, daños que incluyen una reducción de la capacidad de aprendizaje, disminución de la plasticidad cerebral, pérdida de memoria... Básicamente, un déficit de desarrollo cerebral que, demás, parece ser irreversible.

Si tenemos en cuenta que el número de personas entre 10 y 19 años que pasan al menos 7 horas diarias "conectados" es de casi el 20%, deberíamos empezar a preocuparnos en serio. Al menos, dejar aparcado un poco un móvil durante un rato largo. 

 

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