Trabajadores psicópatas...companeros, jefes, alguno nos toca.

El psicópata es el mejor mentiroso porque no hay nada que le detenga, no tiene remordimientos ni se siente mal por fastidiar, utilizar, manipular, etc. a otros.

 

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Nuria Fernández López

Cuando pensamos en un psicópata seguro que nos viene a la mente el personaje de alguna película,  asesino sin escrúpulos, maltratador, terrorista, etc. Sin embargo,  esta imagen es  sólo la de casos extremos, a nuestro alrededor seguro que hemos coincidido con alguno, o estaremos por coincidir.

Las estadísticas indican que hay un número de psicópatas por población general, así que por pura estadística con alguno nos tocará vivir a lo largo de nuestra vida profesional. Igual somos de los afortunados que no hemos coincidido en tiempo y en espacio con ninguno, todavía...

Según un estudio de la Universidad de Bond (Australia) y la Universidad de San Diego (EEUU), se fija en un 21% la incidencia de este desorden entre los directivos, frente a un 1% de la población normal,  o sea que según esto uno de cada cinco jefes de empresa padece este trastorno de la personalidad.

Aunque en este estudio los datos aparecen vinculados a perfiles de liderazgo, realmente el rasgo afecta a la persona no al puesto, por tanto, en cualquier lugar puede haber agazapado alguno.

Rober Hare,  prestigioso psicólogo criminal  desarrolló un test estándar que diagnostica la psicopatía. La escala de evaluación incluye criterios como "locuacidad o encanto superficial", "concepto elevado de la propia valía", "mentiras patológicas", "ausencia de sentimiento de culpa" o "incapacidad para aceptar la responsabilidad de los propios actos".

Hare desvela 20 características que comparten los psicópatas con aspectos como crueldad y falta de empatía, capacidad de engaño y manipulación, ausencia de remordimientos y sentimientos de culpa. El test también incluye las "instrucciones de uso": dos puntos por cada rasgo de la personalidad claro, un punto si sólo lo cumple a medias. "A partir de 29 0 30 puntos, casi seguro que  hay un psicópata,  por debajo de eso hay una mala persona, pero no un psicópata".

Entre los rasgos más característicos de un psicópata se citan:

Manipulación emocional. Los psicópatas son personas seguras de sí mismas, extrovertidos y fuertes, nunca sienten lástima de sí mismos, son expertos manipuladores y no tienen ningún remordimiento en jugar con nuestros afectos y emociones si ello les conviene. Modifican su actitud y comportamiento sin problema si piensan que pueden obtener beneficios personales con ello a expensas de quien sea.

Control obsesivo. Son unos controladores natos, les encanta controlar y manejar a los demás a su antojo, incluso sin ningún motivo, solo por el placer que les causa.

Encantador de serpientes: a pesar de su ausencia total de sentimientos y empatía hacia los demás, realmente son expertos en causar muy buenas primeras impresiones e incluso deslumbrar con su encanto. Es una más de sus estrategias para conseguir aquello que desean.

Oportunismo: tienen una gran habilidad para beneficiarse del trabajo y el talento de los demás, incluso apropiándose de ideas y méritos.

Falsedad y engaño: para ellos no existe ningún código moral, ni ético,  no sienten  culpa, ni ningún tipo de remordimiento. La mentira es una más de sus estrategias.

Narcisismo: el único interés que realmente les motiva son ellos mismos y están completamente orientados a cumplir y satisfacer sus objetivos y necesidades.

Habilidad para liberarse de responsabilidades y culpa: No solo no aceptan la responsabilidad que tienen en los hechos, sino que son extremadamente eficaces en producir evidencias que demuestren que la culpa la tienen otros y no ellos.

Aversión al riesgo: Las conexiones neurales en la zona del miedo en el cerebro de un psicópata no se activan con cosas que nos atemorizarían a la mayoría de nosotros, no tienen el mismo impacto en sus conexiones neuronales.

Necesidad de poder: Les atraen las posiciones de poder, influencia, dominación, control  en las que pueden satisfacer su necesidad de manipular a otros con mayor facilidad.

Así contado da un poco de miedo encontrarse con uno al lado,  pero como las estadísticas también fallan, es muy posible que tengamos la suerte de librarnos de la parte que nos toca.

Si no fuera así,  el conocimiento de sus estrategias y rasgos principales puede ayudarnos a establecer las medidas de protección que necesitamos, ya que no es nada fácil convivir con este tipo de personalidades.

 

 

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