FOMO o el miedo a perderse algo

La máxima de nuestros días: hacer muchas cosas a la vez para no sentir que estamos perdiendo el tiempo.

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Nuria Fernández López

"Hemos adquirido la costumbre de estar permanentemente accesibles y nos parece insoportable tener que esperar una respuesta de alguien que no está temporalmente localizable".  Amparo Lasén, Profesora de Sociología de la Universidad Complutense

Nuestra capacidad de espera ha ido disminuyendo exponencialmente en los últimos años, y en muchos casos proporcional a los avances tecnológicos. Tanto, que el propio término "paciencia" forma ya parte del pasado. ¿Quién sabe esperar pacientemente hoy?

El propio concepto de tiempo ha cambiado. Explica Francesc Núñez, director del Máster en Humanidades de la  UOC. "Antes del capitalismo, en el tiempo se estaba, pero no era algo que se pudiera perder o acaparar".

Vivimos en la era de la inmediatez. Pero según los expertos, esta necesitad de llenar todo el tiempo y el espacio con las múltiples opciones disponibles, muy frecuentemente y en contra de lo esperado conlleva frustración e insatisfacción.

Vivimos con la idea constaste de satisfacer necesidades de forma inmediata. Tenemos más opciones que nunca pero no por eso nos sentimos más satisfechos. En muchas ocasiones porque ni nos damos la oportunidad de llegar a la satisfacción, si algo no nos convence en el minuto cero, no andamos esperando a ver que pasa, buscamos otras opciones. Hacer se ha convertido en una obligación, aunque hay un fallo de concepto ya que acumular experiencias no es vivirlas.

Y como viene siendo habitual, había que ponerle nombre a este fenómeno, esta abundancia de opciones de entretenimiento da lugar a lo que los os expertos llaman FOMO o "el miedo a perderse algo" (Fear of missing out).

Al parecer, según indica Paris de l'Etraz, director del Venture Lab de IE, "los jóvenes de entre 20 y 35 años tienen cada vez menos paciencia y una capacidad de atención más fugaz, de 12 segundos de media", "La generación que va después, los adolescentes, prestan atención durante unos 8 segundos y tienen 5 pantallas abiertas simultáneamente. Viven en permanente multitasking porque buscan gratificación instantánea, necesitan sentir cosas continuamente".

El problema de la paciencia está totalmente relacionado con la incapacidad actual de tolerar cualquier frustración por mínima que sea. ¿Qué hacer con la frustración cuando los resultados tardan en llegar??

Los expertos recomiendan que para luchar contra la creciente ansiedad que provoca la impaciencia, hay que empezar a ampliar los plazos de respuesta, aceptar que porque algo sea urgente para mí no tiene por qué serlo para el resto del mundo, entender que el aquí y ahora, no es garantía de mayor satisfacción, al contrario, las mayores satisfacciones suelen ser proporcionales al tiempo y esfuerzo invertido para alcanzar algo.

 

 

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