Comportamiento impulsivo

Impulsividad: dificultad para demorar la recompensa y búsqueda de la inmediatez.

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Nuria Fernández López

Las personas impulsivas actúan antes de pensar, son poco reflexivas y toman decisiones precipitadas sin realizar una valoración coste-beneficio. A pesar de nuestro "supuesto autocontrol", lo que cierto es que no siempre actuamos de manera racional o meditada, sino que en muchas ocasiones nos dejamos arrastrar por nuestro instinto, y tenemos verdaderas dificultades para controlarnos.

Os comparto este corto titulado "Enought", tal vez un tanto inquietante, sobre el control de impulsos, pero en el que seguro en alguna escena nos veamos reflejados.

ENOUGH from Anna Mantzaris on Vimeo.

 

 

La impulsividad no es una conducta aislada; sino más bien una tendencia a actuar de forma rápida y sin meditación alguna.

La característica fundamental de la impulsividad es la dificultad para inhibir la propia conducta a pesar de las consecuencias negativas. Las personas impulsivas se orientan hacia el momento presente, no sopesando las consecuencias a futuro de sus decisiones. Existe un cierto apremio, y una gran dificultad por inhibir la acción. Normalmente la impulsividad va asociada a una baja tolerancia a la frustración, y una gran dificultad para regular las propias emociones, donde cualquier estímulo difícil, se afronta de forma acelerada mediante una conducta de escape activo. Al reaccionar, es decir, al ceder al impulso, la persona impulsiva recibe un estímulo compensatorio que le permite liberar estrés o ansiedad de manera irreflexiva, automática e inmediata.

La impulsividad puede relacionarse con la procrastinación y la tendencia al enfado, en tanto que, ante cualquier dificultad en la tarea, la persona impulsiva tiende a cambiar de tarea o a abandonar, con lo que cumplir plazos, y hacer bien el trabajo, se vuelve bastante complicado. Por otro lado, ante el conflicto, es fácil que las personas impulsivas se enfaden ante la dificultad de satisfacer de forma inmediata sus impulsos. A nivel laboral las personas impulsivas encontrarán dificultades en la toma de decisiones, la gestión de conflictos, las relaciones interpersonales, y por supuesto en todo lo relacionado con cumplimientos de tareas, plazos, etc.

La baja tolerancia a la ansiedad, estrés, incertidumbre, aburrimiento, frustración, enfado, pueden llevarnos a respuestas inmediatas con el objetivo de reducir el malestar a corto plazo. La clave está en aprender a identificar qué tipo de emoción estamos sintiendo, aceptarlas, incluso cuando no son agradables, ya que forman parte de nuestra esencia. Están ahí para ser escuchadas. Pararnos unos segundos, respirar, cambiar el foco de atención para darnos un tiempo de demora, y aprender recursos y técnicas que nos permitan organizar nuestra respuesta emocional de una manera más saludable y eficiente.

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