!!! El sueno de construir una catedral !!!.

Si nos dicen que alguien tiene el deseo de construir una catedral,  es posible que le recomendásemos cambiar de sueño, ese, sin duda, es imposible, pero no para Justo Gallego. Por la constancia de un ideal se alcanza lo inalcanzable.

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Nuria Fernández López

Hace unos días estuve de visita en la catedral de "Justo Gallego". Quizá con esa referencia no ubiqueis de qué os hablo, pero si os digo que fue el protagonista de un anuncio de "Acuarius" hace cinco años, tal vez os suene más. 

Justo Gallego es un lugareño de Mejorada del Campo, en donde está ubicada su obra, nada más y nada menos que la construcción de una catedral.

Os diré que Justo Gallego es una persona que por una fe inmensa, decide, tras curarse de una tuberculosis, construir una catedral a la Virgen.

Así contado podemos pensar, que estamos hablando de alguien que no está muy bien, de un loco, fanático, etc . Yo, tengo mi propia opinión que se aparta mucho de todos esos calificativos, pero creo sinceramente, que cada uno debe juzgar una vez visto lo que ha hecho, sigue haciendo, y por qué  lo ha hecho.

Pensar por un momento, en alguien,  que decide,  por un ideal, construir una catedral y se pone a ello con sus propias manos, y ahí lleva 50 años. Los conceptos de constancia, perseverancia, fe en lo que uno hace, se quedan cortos para explicar algo así.

La catedral, en el sentido literal, la ha ido levantando en  este tiempo, utilizando materiales que recoge de obras, que  le ceden, que se encuentra, etc, y que va reciclando y dándole nuevas utilidades. Lo que queda perfectamente patente cuando paseas entre los andamios sobre los que cada día trabaja.

 

Dicho así, nuevamente puede sonar  un poco raro, pero os diré que el único calificativo es: INCREIBLE, lo que ha hecho y como lo ha hecho.

Os diré también que era agricultor, sin ninguna vinculación con la albañilería, construcción, etc. y aún así, sin tener ningún tipo de formación, ni teórica ni práctica, ha levantado una catedral. Como podéis imaginar su obra es visitada por multitud de incrédulos arquitectos que admiran la obra con gran perplejidad.

A pesar de que durante muchos años, y aún hoy en día le tachan de loco," el loco de la catedral",  su obra cuenta hoy con el reconocimiento internacional, llegando incluso hasta el Museo de Arte Moderno (Moma) de New York.

Y os preguntareis por qué os cuento todo esto. Pues la verdad es que hay multitud de reflexiones que me  han surgido a raíz de esta visita.

La primera es el poder inmenso de la automotivación en la consecución de un logro. No cabe duda, que la motivación interna de este hombre le ha llevado a enfrentar como todos podemos imaginar multitud de dificultades: frío, calor,  críticas, humillaciones, aislamiento, soledad, prejuicios, traiciones, etc. Aunque el, dentro de su fe, le quita importancia,  la clave está en encontrar el motor interno de cada persona.

Otro pensamiento que me ha suscitado es,  qué pasa con las personas que se apartan de la forma establecida de hacer. ¿Por qué esa tendencia a calificar de loco, lunático, raro, etc? ¿Porque lo excepcional nos hace mantener la distancia. ¿A caso no sería más acertado, acercarnos cuanto más mejor, aunque sólo fuera porque se nos pegara algo de la excepcionalidad ?¿ Por qué no podemos aprender, en lugar de empeñarnos en buscar dónde está el error, el fallo? ¿Por qué lo diferente se ataca y cuestiona?, ¿por qué no podemos simplemente creer y confiar?

Otra cuestión está relacionada con lo límites.¿ Dónde están los limites?, ¿quién los pone?. Está claro que este hombre, ha hecho caso omiso de cualquier tipo de limitación tanto a nivel interno como externo. Contaba sólo con el terreno sobre el que levantar su obra, sin nada más, y en ningún momento esto le pareció un inconveniente,  ha ido resolviendo sobre la marcha, sin dejar que nada, ni nadie se interpusiera en su proyecto.

Relacionado con lo anterior, está también la increíble capacidad del ser humano para buscar soluciones a problemas cuando la motivación es lo suficientemente fuerte para agudizar el ingenio.

Y otro tema, que ya dejaré para otro día, porque veo que me he extendido  más de la cuenta, está relacionada con un concepto que está hoy muy presente en todos los objetivos de cualquier empresa, y es el de innovación.

Puede considerarse innovación lo que ha hecho Justo Gallego. Levantar una catedral sin un proyecto de construcción, con materiales desechados, defectuosos, a los que le ha dado nuevas vidas y utilidades, construyendo algo en lo que nadie creía, de una forma totalmente diferente!!!.

¿Qué opináis?

 

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