¿Llevas lotería?

Cada año por estas fechas se acerca el día en el que podemos llevarnos una gran alegría. Iba a decir el día en que pueden cambiar nuestras vidas, pero está tan cara la vida que un décimo premiado de la Lotería de Navidad no daría para tanto. Eso sí, la ilusión con la que se juega es sobre la base de la expectativa de un cambio de vida. "¡Ay si me tocar la lotería!"

Y ¿por qué se juega tanto? Habitualmente ya no se juega a la Lotería con la intensidad y la inversión que se hace en la Lotería de Navidad, en primer lugar, y en la del Niño en segundo. Y no estamos hablando de una inversión de 1 euro. Lo habitual es comprar un décimo, en ocasiones compartirlo, pero claro, hay que comprar la lotería de la oficina, del bar en el que desayunamos, del equipo de fútbol, de... Una fortuna.

Siempre me pregunto el porqué de este hecho. Se me ocurre pensar que es por la expectativa de conseguir un gran premio con una mínima inversión. Sin embargo esta razón no explica la diferencia existente con otros momentos del año. Por tanto hay que buscar otras hipótesis que lo expliquen.

Mi favorita es que si bien hace ilusión que nos toque la Lotería, produce temor y pavor que toque la lotería a todos los de mi entorno y a mi no. ¿Y si a todos los compañeros de mi oficina, o mi departamento les toca y a mi no? ¿y si toca en el bar en el que desayuno todos los días y yo no he comprado? ¿y si...?  Porque puedo aceptar que no me toque, pero que pierda la oportunidad, eso no me lo perdono.

Desconozco de donde proviene la idea de comprar "todos" un mismo número, de compartir la suerte. Quizás sea eso, compartir la suerte, o todos o ninguno. 

Así pues este hecho es una prueba más de "lo social" que es el ser humano, del "cuántas cosas hacemos en función de los demás".

¿Cuánta lotería vas a jugar este año? ¿Dónde has adquirido la lotería? ¿La has comprado en un sitio cualquiera o has sentido que en cada sitio que la has comprado era especial?

Sea como fuere, mucha suerte!