Agua y música clásica para fortalecer la creatividad

Las ondas alfa están en medio del "consciente" y el "inconsciente" se asocian con imaginación y lucidez creadora, mayor memoria, asimilación y capacidad de estudio.

Bookmark and Share

Nuria Fernández López

 

El rey de Siracusa quería saber si una de sus coronas era de oro o de una aleación que daba la misma impresión, y encargó a Arquímedes que resolviera el enigma sin destrozar la corona.

Arquimedes  encontró la respuesta al enigma mientras tomaba un baño. Según la leyenda comenzó a correr desnudo después de haber encontrado la solución.  Arquímedes encontró la respuesta mientras descansaba tomando un baño placidamente. Este es el origen de su conocido principio.

Según los expertos el agua es un medio rico para desarrollar la creatividad. La explicación es que se aumenta la producción de ondas cerebrales alfa directamente relacionadas con un mejor funcionamiento de nuestra mente.

Si una persona contiene la respiración bajo el agua, el dioxido de carbono expande las arterias que llegan al cerebro, lo que lo hace funcionar de forma más eficiente, y en ese estado es posible encontrar respuestas a problemas que antes no hallábamos.

En el mismo sentido, una serie de investigadores descubrieron que determinada música, en concreto la música barroca mejora el aprendizaje y la memoria. Al igual que sucede en el agua escuchar este tipo de música, hace que disminuyan las ondas cerebrales beta y aumenten las alfa. En este estado de relajación el cuerpo necesita menos energía, dejando que llegue más al cerebro y consecuentemente potenciando que funcione más eficientemente.

 

 

Al parecer, la música barroca favorece la sincronización de ambos hemisferios cerebrales haciendo a las personas capaces de aprender mejor y más deprisa.

En 1993  investigadores de la Universidad de California-Irvin demostraron que cuando sus alumnos escuchaban durante diez minutos la sonata para dos pianos de Mozart, puntuaban hasta diez puntos más en su coeficiente intelectual.

Las ondas alfa se asocian a un estado de concentración relajada, ayudando a activar la mente y favoreciendo así la atención y concentración. Tienen una frecuencia de 8 –12 Hz  y se generan cuando nuestro cuerpo está relajado y libre de estrés.  Se registran especialmente momentos antes de dormirse. Sus efectos característicos  son: relajación agradable, pensamientos tranquilos, despreocupados, optimismo y  una mayor claridad en la mente.

A la luz de estos datos  la próxima vez que afrontemos la solución de un complejo problema en lugar de empeñarnos en  trabajar más y más horas tal vez deberíamos plantearnos tomar un baño relajante escuchando a Mozart.

Grupo Finsi | NM formación y consultoría | Davinchi