Desiderata: cosas deseadas.

El final de año suele ser  momento de balance del que se acaba, y compromiso con el que comienza. Algunos de éstos compromisos, a veces nos alejan de la tan ansiada: felicidad.

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Nuria Fernández López
Cuando viajaba  en estos días pasados en coche para celebrar con mi familia las fiestas navideñas, escuchaba este texto, que es posible muchos de vosotros conozcáis. Aun así, me parece que puede venir bien en estos momentos del año en el que más y el que menos hacemos propósitos de mejora o enmienda en alguna faceta de nuestras vidas.

Según la wikipededia, Desiderata (del latín desiderata "cosas deseadas", plural de desideratum) es un  poema muy conocido sobre la búsqueda de la felicidad en la vida. Sus derechos de autor son del año 1927 y pertenecen a Max Ehrmann. Desiderata fue publicado en 1948 (después de la muerte de su autor) en una colección de poemas titulada Desiderata of Happiness.

Cuando leí la fecha de publicación me quedé gratamente sorprendida, porque  83 años después, y con un mundo totalmente diferente al del autor cuando lo escribió, las cosas que importan y hacen feliz o infeliz al ser humano siguen siendo las mismas. La esencia del bien estar y la realización radica en los mismos lugares,  lugares en los que algunas veces nos olvidamos de buscar. Sirva este texto para recordar algunos de ellos. Espero  que os sirva!. 

Desiderata

Camina plácidamente entre el ruido y la prisa,
y recuerda qué paz puede haber en el silencio.

En la medida de lo posible y sin traicionarte
procura vivir en buenos términos con todo aquel que te rodea.

 

 Evita a los ruidosos y a los agresivos,
ellos afligen al espíritu.

Si te comparas con otras personas,
puedes tornarte vanidoso y amargo;
porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.

Disfruta de tus logros y también de tus planes.

Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea;
es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo.

Sé cuidadoso en los negocios;
pues el mundo está lleno de trampas.
Pero no dejes que ésto te ciegue a la virtud del mundo;
muchas personas luchan por grandes ideales;
y en todas partes la vida está llena de heroísmo.

Sé tú mismo.
En especial, no finjas afecto.
Tampoco seas cínico ante el amor;
porque frente a la aridez y al desencanto,
el amor es perenne como la hierba.

Toma con serenidad el consejo de los años,
y renuncia grácilmente a los dones de la juventud.

Nutre la fuerza del espíritu para protegerte de las desgracias inesperadas,
pero no te crees falsos fantasmas.
Muchos miedos nacen de la fatiga y la soledad.
Sin olvidar una justa disciplina,
sé amable contigo mismo.

Eres un hijo del Universo,
no menos que los árboles y las estrellas;
tienes derecho a estar aquí.
Y no importa si te resulta evidente o no,
no hay duda de que el Universo se está desarrollando como debe.

Por ello procura estar en paz con Dios,
de la manera en que lo concibas,
y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones,
mantén la paz en tu espíritu en la ruidosa confusión de la vida.

A pesar del trabajo duro, las falsas esperanzas y los sueños rotos,
este sigue siendo un mundo hermoso.
Procura estar alegre. Lucha por ser feliz.