"Como la obsesión por ser felices nos hace infelices"

La obsesión por ser felices siempre y todo el tiempo  puede llevar a la infelicidad.

Bookmark and Share

Nuria Fernández López

El post de hoy recoge un extracto de una entrevista a Tal Ben-Shahar doctor en Psicología y Filosofía por la Universidad de Harvard, en donde analiza la obsesión actual por alcanzar la felicidad. Plantea una reflexión interesante en torno a la paradoja de que es precisamente la búsqueda incesante y obsesiva por la felicidad, la que en lugar de acercarnos a lo que ansiamos y codiciamos, no hace otra cosa mas que alejarnos.

Tal Ben-Shahar lleva años estudiando la felicidad, imparte un seminario sobre la felicidad en la Universidad de Columbia, además de dirigir el Happiness Studies Academy. Desde hace años tiene claro el diagnóstico: "la felicidad constante no existe".

Afirma que de media la felicidad depende en un 50% de la genética, en un 40% de las elecciones personales y en un 10% del entorno. En los años setenta, en Estados Unidos, se hizo una serie de investigaciones sobre gemelos con idénticos genes. Se les separó al nacer, fueron criados en países distintos, con economías diferentes. Pasados los años se observó que había muchas similitudes en cuanto a sus niveles de bienestar, su comportamiento e incluso sus pasiones. Según Tal Ben-Shahar hay patrones cerebrales que están asociados con la felicidad, con la depresión o con la rabia.

Aunque según Tal Ben-Shahar, siempre a lo largo de la historia, el hombre se ha interesado y buscado la felicidad y el bienestar, la diferencia es que ahora a eso se suman unas expectativas de vida irreales. "El resultado es que nos sentimos infelices porque no entendemos lo que es la felicidad. No es posible estar siempre feliz. Las emociones negativas, como la rabia, el miedo, o la ansiedad, nos hacen falta. Solo los psicópatas están a salvo de eso. El problema es que, por falta de educación emocional, cuando las sentimos, las rechazamos, y eso hace que se intensifiquen y que nos domine el pánico. Si bloqueamos una emoción negativa, igualmente lo hacemos con las positivas".

"Las expectativas tienen un papel clave en la felicidad. La más peligrosa es creer que se puede estar en la cresta de la ola de forma constante. La obsesión por ser feliz todo el tiempo hace que la gente se sienta miserable. En los últimos años las redes sociales han influido bastante; ver las caras sonrientes de los demás, sus relaciones de pareja idílicas, un trabajo ejemplar. Cuando sentimos tristeza o ansiedad esas imágenes refuerzan nuestra idea de que algo estamos haciendo mal. Pero nada de eso es real, todos vivimos en una montaña rusa emocional. Es inevitable y no es malo".

Esta obsesión por la búsqueda incesante de la felicidad ha hecho que aparezca lo que se denominan " Hipocondriacos emocionales", gente que está en constante autoexamen de su felicidad. Y la paradoja llega, esta búsqueda incesante tiene el efecto contrario en muchas personas, aumentando su estado de ansiedad y  depresión. Vivimos en un momento donde todo nos empuja a presumir de la felicidad, en un escaparate constante del bienestar acumulado.

La cuestión es ¿debemos entonces renunciar a la felicidad como objetivo principal en nuestras vidas? Obviamente no, lo importante es poner el foco en la forma y la intensidad con la que nos empeñamos en ser felices.

Dessal: «la idea de que la felicidad sería el mejor estado del hombre no ha podido ser demostrada».


 

Grupo Finsi | NM formación y consultoría | Davinchi